“El reino de Dios es todo en lo que pienso ahora, pero no siempre fue así. Cuando yo leía la frase ‘el reino de Dios’ en la Biblia, siempre pensaba en la idea de un ámbito físico, algo como Camelot en la leyenda del Rey Arturo. Tiempo después, un profesor del seminario nos enseñó que si bien es cierto que el término griego basileia (reino) puede significar un espacio físico (por ejemplo, Mateo 19:24), su uso principal durante el primer siglo fue para referirse a ‘reinado’ o ‘gobierno.’ El profesor también nos enseñó que cuando Jesús anunció que el reino de Dios se había acercado, Él estaba diciendo que el gobierno de Dios, como Rey, había irrumpido en la presente era de maldad para derrotar el reino de Satanás.
Por lo tanto, el anuncio del reino señalaba la renovación de la creación. Después de su muerte sacrificial, su resurrección a una nueva vida, y su ascensión a la diestra de Dios, Jesús derramó su Espíritu sobre el pueblo de Dios. A través de estos eventos el fin de esta era había llegado. Como el alpinista que llega a la cima del Monte Everest y coloca una bandera de alguna causa o país, en Cristo, Dios estaba plantando su bandera y declarando, ‘¡EL UNIVERSO ES MÍO!’
Cuando Jesús les dijo a sus discípulos que hicieran lo que Él estaba haciendo, que anunciaran el reino, sanaran a los enfermos y echaran fuera demonios, esta declaración y las señales que la acompañaron eran la evidencia de que el futuro había irrumpido en el presente. En palabras de otro profesor, Jesús vino a traer a su pueblo de regreso del exilio para restablecer el orden en el mundo. La salvación no sólo era para las personas, sino también para la creación misma.
Sin embargo, el reino sólo había iniciado. Al igual que en los tiempos de Jesús, todavía podemos ver cómo la maldad se multiplica a nuestro alrededor. El camino a la salvación es angosto, y a menudo parece que Satanás lleva la ventaja – pero no en la vida de aquellos que han puesto su fe en el único que ha derrotado a todos los poderes demoníacos. El pueblo de Dios debe aprender que el sufrimiento siempre estará con nosotros hasta el retorno de Cristo; no obstante, el reino de Dios avanza en medio del dolor tanto como en el poder. Los guerreros del reino no se desaniman en derrota, porque en Cristo, Dios gobierna como Rey. Él es glorificado cuando la Iglesia de Cristo hace avanzar el reino en medio del dolor.
Recientemente, en un grupo casero una persona recibió una palabra de parte de Dios de que había alguien allí que tenía debilidad en las piernas. Yo tengo neuropatía periférica en mis pies, y ha estado avanzando lentamente hacia mis piernas. Es una condición muy dolorosa y potencialmente incapacitante. Probablemente han orado por mí más de 400 veces a causa de esta condición. ¿Por qué sigo recibiendo oración? ¡Porque el reino de Dios ha irrumpido por medio de Cristo! Dios me ama y te ama a ti. Su gobierno soberano puede irrumpir en cualquier momento para destruir el poder de Satanás, de la enfermedad y de los sistemas injustos sobre nuestras vidas. Con esta mentalidad me levanto y recibo oración una vez más. A la mañana siguiente todavía puedo sentir el daño en los nervios de mis pies, pero por primera vez en dos años tengo sensación en mis piernas. Así es el ya y el todavía no del reino de Dios. Cree y nunca te rindas. Jesús dijo: ‘El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!’”
Un extracto de ¿Qué es el Reino?, De la Serie Características, p.22