Ven Espíritu Santo: Aprendiendo a Responder al Espíritu

Cultivamos una conciencia que describimos como observar lo que el Padre está haciendo. Cuando vemos que Jesús está trabajando en la vida de una persona, ya sea un vecino cuyo corazón se está volviendo a Dios en medio de un doloroso divorcio, o un niño que empieza a mostrar cualidades de liderazgo entre sus amigos, queremos estar listos para trabajar al lado del Espíritu en su obra en la vida de esa persona.

Poniendo al Espíritu en el Centro

Hay una idea esencial para el entendimiento que tenemos en La Viña de cómo “hacer iglesia” con el Espíritu Santo en el centro. Creemos que podemos aprender y crecer en nuestra capacidad de discernir la actividad del Espíritu a nuestro alrededor.

Para  hacer  esto,  cultivamos una  conciencia que  describimos  como observar lo que el Padre está  haciendo. Cuando  vemos que  Jesús  está  trabajando en la  vida de una  persona, ya  sea un  vecino  cuyo  corazón se  está volviendo a Dios en medio de un doloroso divorcio, o un niño que empieza a mostrar cualidades de liderazgo entre sus amigos, queremos estar listos para trabajar al lado del Espíritu en su obra en la vida de esa persona.

Una anécdota que tuvo lugar en los inicios de La Viña ilustra muy bien lo anterior. John Wimber estaba orando por una  mujer que  tenía  artritis  y  también  problemas  con el  tracto  digestivo. Cuando John empezó  a  orar,  tuvo un sentir de parte del Señor de que esa mujer estaba enojada con alguien. Cuando él le pregunto acerca de esto, ella respondió  decididamente que no estaba  enojada con  nadie. John, escuchando al Espíritu  Santo y las impresiones que estaba  recibiendo, le  preguntó si  estaba  enojada con su hermana. La mujer estaba  asombrada. ¿Cómo  sabe usted eso?– preguntó ella. Entonces reconoció la amargura que sentía hacia su hermana. John oró con ella, animándola a perdonar a su hermana. La mujer se fue, y más tarde le escribió una carta a su hermana. Tan pronto como envió la  carta, su  dolor  empezó  a  disminuir.  Luego de  tres  días,  todos  los  síntomas de v su  enfermedad  habían desaparecido. (Wimber, Kingdom Mercy, p.33-34)

Haciéndonos Sensibles al Espíritu

A medida que aprendemos a escuchar y observar lo que el Padre está haciendo, podemos llegar a ser cada vez más sensibles a la actividad del Espíritu. Si creemos que el Padre siempre está trabajando, podemos aprender a percibir lo que Dios está haciendo y unirnos a Él en su trabajo.

Esto  requiere práctica.  Tenemos  muchas anécdotas  a lo  largo de  nuestra  historia  acerca de  personas que  han tenido una imagen mental de una parte del cuerpo de alguien que necesitaba sanidad. Luego lo comentaron en un tiempo de  oración,  y  resultó que  alguien que  estaba  allí  presente  tenía  exactamente  ese  padecimiento. Entonces oraron por esas personas, y muchas de ellas recibieron sanidad. Cuando permitimos que Dios nos use en la vida de otras personas, la Esperanza se hace presente entre nosotros.

Aprender a responder al Espíritu no sucede únicamente dentro del contexto de la iglesia. A medida que cultivamos una  vida de  oración,  pureza y  adoración  a  nivel  personal, nuestro corazón se hace sensible a los susurros del Espíritu Santo dondequiera que vamos.

Cuando  estamos en  sitios  públicos, en  nuestros  vecindarios,  escuelas,  supermercados, y lugares de  trabajo, con frecuencia Dios tiene bendiciones que  quiere  dar  a  personas que  aún no le  conocen. Este es uno de los  grandes privilegios de aprender a escuchar la voz del Espíritu. Podemos unirnos a Él para tocar la vida de una persona de un modo dramático.

En la   familia   internacional de La Viña hay muchos testimonios del Espíritu Santo hablando palabras de conocimiento muy específicas a una persona, quien luego comparte lo que el Señor le habló con otra persona que no es creyente. Con frecuencia, esas  palabras se  aplican exactamente  a la  situación de esa  persona, quien llega a sentirse tan conmovida al  saber  que  Dios se  interesa  tanto  por  ella, que  termina  recibiendo a Jesús  como su Salvador. Muchos han llegado a conocer a Jesús cuando un creyente es  guiado  por el  Espíritu  a  orar  por una persona  que  está  enferma y le  pide  a  Dios que la  sane. ¡En  muchos  casos  son  sanados por completo! Hemos notado que  después de  recibir  sanidad,  las  personas en  general  están  más  abiertas al  liderazgo de  Dios en  sus vidas,  y dispuestas  a  abrazar la fe en  Jesús.  A  esto le  llamamos “encuentros  poderosos”,  y  a  menudo  Dios  usa nuestras iglesias locales para alcanzar personas a través de esta clase de “señales y milagros”.

Todos Podemos Ser Guiados por el Espíritu

Las personas que han tenido esta clase de experiencias en nuestras  congregaciones no son superhéroes espirituales. Son cristianos ordinarios que han creído  a  Dios  y han tomado en  serio su Palabra.  Son madres, hijos, mecánicos, gente de negocios, profesionales de la medicina, entre otros – que están aprendiendo a obedecer la voz del Espíritu Santo.

Jesús  dijo que enviaría poder de lo alto para equipar a su Iglesia,  y ha sido fiel en  cumplir su promesa.  Ahora nosotros, como Cuerpo de Cristo, podemos ser guiados por el Espíritu en todos los aspectos de la vida. En nuestra adoración y en nuestras oraciones, podemos estar conscientes de la presencia de Dios en nosotros y con nosotros.

Un extracto de Ven Espíritu Santo,  De la Serie Características, p.14

Vineyard USA Day of Giving

On August 4th, 2024 Vineyard USA will be launching our first annual Day of Giving titled Seed & Soil: Celebrating 50 Years of the Vineyard. In this unique moment in our history, we want to celebrate all God has done in and through the Vineyard. We invite you to give and support the work of local churches across the country.