La Viña está avanzando hacia su segunda generación de ministerio. Nuestra gran esperanza es que Dios nos va a capacitar para conservar mucho de lo que hemos atesorado durante más de treinta años, y a la vez continuar añadiendo sabiduría y revelación fresca.
A medida que avanzamos, las iglesias Viña buscamos ser comunidades sanadoras, comunidades bíblicas, comunidades que se proyectan y se multiplican, y comunidades guiadas por el Espíritu.
Como comunidades sanadoras, siempre hemos orado fielmente por los enfermos – en nuestras celebraciones y en los grupos pequeños, así como en la vida cotidiana, en nuestros lugares de trabajo y en los vecindarios donde vivimos. La gente de la Viña se preocupa por la injusticia racial, por los temas ambientales, por el tráfico y la explotación sexual.
Como comunidades bíblicas, estamos comprometidos al estudio y a la interpretación cuidadosa de la Biblia, y con predicar fielmente su mensaje.
Como comunidades que se proyectan, procuramos ser enclaves del Reino de Dios, llevando la esperanza y la ayuda de Jesús a todo aquel que quiera recibirlas.
Como comunidades saludables, estamos comprometidos con ser iglesias que practican la salud emocional, cuidando las relaciones y llevando las cargas unos por otros.
Como comunidades que se multiplican, estamos comprometidos con la plantación de cientos de nuevas iglesias a nivel doméstico y de miles más a nivel internacional en los próximos años.
Creemos que Jesús modeló la profunda dependencia en Dios, Su Padre, y que nosotros también debemos hacer solamente lo que vemos que el Padre está haciendo. Por esta razón, siempre hemos tratado de ser flexibles y estar abiertos a la voz de Dios, y queremos ver lo que Él está haciendo. Hemos creado instituciones, pero también hemos estado dispuestos a cambiar de rumbo y dirección cuando el Señor nos lo ha indicado.
Hacer iglesia de este modo es riesgoso. Siempre hemos creído que la palabra fe se deletrea R-I-E-S-G-O. A veces puede ser tentador diseñar una estrategia brillante por nuestra cuenta, en vez de avanzar en una manera que depende de la acción y de la realidad de un Dios vivo. Pero avanzar en obediencia al Padre es realmente la única clase de movimiento al que vale la pena pertenecer.
Y porque somos un pueblo del Reino, son las personas nuevas quienes traerán frescura a nuestro movimiento. ¡Esperamos que Dios te esté llamando a hacer tu parte!
Un extracto de ¿Qué es La Viña?, De la Serie Características, p.18