Ven Espíritu Santo: El Clamor De Una Iglesia Desesperada

Me encanta que la oración “Ven, Espíritu Santo” no es una oración con la cual personas fuertes en la fe le dan órdenes a Dios, llamándolo a actuar en respaldo de su ministerio o misión. En realidad es todo lo contrario. Es el clamor de una Iglesia desesperada, quebrantada por el amor y poder de Jesús, y deseosa de servirle a Él como Rey.

“Les conviene que me vaya” (Juan 16:7).

¿Cómo  crees que  reaccionaron  los  discípulos de  Jesús al  oírlo  decir estas  palabras? Por  años  habían  renunciado  a todo para seguirlo, para aprender de Él y verlo trabajar. Jesús era la persona más interesante, ingeniosa, compasiva y libre que habían conocido. Él era lo que ellos querían–no había nadie como Él “Señor, ¿a quién iremos?” – dijo el apóstol Pedro. “Tú tienes palabras de vida eterna”.

Y ahora Jesús les decía que se iba. ¿Cómo eso podría ser bueno para ellos? Jesús  trató de  explicarles: “Si me  voy,  Dios el  Padre les enviará a un  Consolador en mi  lugar, el  Espíritu  Santo. Él vendrá a vivir dentro de cada  uno de  ustedes, y les dará  paz,  poder creativo y discernimiento  acerca de lo  que el Padre  quiere  hacer.  Él  les  enseñará  cosas que  ustedes aún no  conocen,  y  les  ayudará a hacer  cosas más grandes que las que yo he hecho. Pero para que el Espíritu Santo venga, yo tengo que irme”. (Basado en Juan 16:7-15)

Hmm. ¿Qué habrán pensado los discípulos? Supongo que no fueron pensamientos felices y de paz, especialmente a medida que las cosas rápidamente pasaron de malas a peores. Ya conoces la historia: Jesús fue arrestado, juzgado y crucificado. Los discípulos se dispersaron, aterrorizados.

Luego todo se tornó muy  extraño.  Jesús  resucitó y fue a buscarlos –  justo en el momento cuando  ellos estaban a punto de rendirse. Comió con ellos, pescó con ellos, les dejó tocar sus heridas para probarles que verdaderamente estaba vivo, y los perdonó por abandonarlo. Cosas sorprendentes.

Después de algunos días juntos, Jesús nuevamente los dejó, para regresar con Su Padre en el cielo. Pero antes, les recordó el plan: quedarse en Jerusalén y esperar al Espíritu Santo.

Ellos obedecieron. Esperaron. Oraron  con fe – “Ven,  Espíritu  Santo”. Algunos de  ellos  estaban  temerosos. Otros estaban  confundidos.  Algunos tenían esperanza. Otros  dudaban. Otros  estaban exhaustos. Todos creían en algo, pero algunos no sabían qué creer. Eran un puñado de hombres ordinarios, golpeados por la historia; estaban lejos de ser un equipo perfecto de gigantes espirituales.

Sin embargo, allí estaban, obedientes, con su fe tambaleante, esperando por lo que Jesús había prometido. Con lo poco que  tenían–  tal  como eran,  allí  estaban. Y el Espíritu  Santo vino, la  Iglesia  nació,  y ellos se  convirtieron en gigantes. (Si quieres saber el resto de la historia, lee el libro de Hechos.)

Me  encanta que la oración “Ven,  Espíritu Santo” no es una  oración con la cual personas  fuertes en la fe le  dan órdenes a Dios,  llamándolo a actuar en respaldo de su  ministerio o misión. En realidad es todo lo contrario. Es el clamor de una Iglesia desesperada, quebrantada por el amor y poder de Jesús, y deseosa de servirle a Él como Rey. Sin el  Espíritu  Santo, su  destino  era  fracasar.  Pero con el Espíritu  Santo, cambiaron el  mundo para siempre. “Ven, Espíritu  Santo”.

Un extracto de Ven Espíritu Santo,  De la Serie Características, p.22

Vineyard USA Day of Giving

On August 4th, 2024 Vineyard USA will be launching our first annual Day of Giving titled Seed & Soil: Celebrating 50 Years of the Vineyard. In this unique moment in our history, we want to celebrate all God has done in and through the Vineyard. We invite you to give and support the work of local churches across the country.