El todavía no del reino

Mientras el reino de Dios irrumpía en el mundo a través de Jesús, todo el sufrimiento, el dolor y las dificultades humanas no desaparecieron. De hecho, todavía permanecen aquí con nosotros hasta el día de hoy. Pero para Jesús, mientras que el reino de Dios estaba ocurriendo en el presente, también estaba por llegar en toda su plenitud en el futuro.

A través de Jesús, Dios había inaugurado el reino en la tierra, pero Él también lo establecerá algún día en el futuro. En términos prácticos, esto significa que cuando oramos por los enfermos (un sello distintivo de la Viña desde el principio), algunos sanarán y otros no. Sin embargo, con fe, oramos con confianza por recuperación y confiamos los resultados a Dios.

La dinámica tensión, en la que vivimos

En La Viña, aceptamos esta dinámica tensión. Si bien creemos que el reino de Dios puede invadir cualquier momento de nuestras vidas, sabemos que no todos sentirán el amor de Dios de la manera que queremos para ellos. Nos regocijamos cuando una persona experimenta un milagro de curación, mientras lamentamos cuando otra persona sucumbe a los efectos del cáncer o la pobreza.

Algunos cristianos responden a esta tensión entre el ahora y el todavía no del reino diciendo que Dios no hace milagros hoy en día. Sostienen que los dones dados por el Espíritu de Dios fueron solo para el tiempo de Jesús y no están disponibles para nosotros ahora.

Algunos cristianos responden a esta tensión ignorando la realidad de que el sufrimiento continúa en el mundo. Estos grupos declaran triunfalmente que el reino siempre se debe experimentar de manera demostrable en el aquí y ahora – o algo anda mal. Si no experimentamos un momento de curación física o transformación personal, es probablemente nuestra propia culpa. Para ellos, la oración sin respuesta revela una falta de fe en nosotros – y que debemos hacer más si queremos ver a Dios hacer lo que ha prometido hacer.

Cómo llevamos esta tensión en La Viña

En La Viña, elegimos alejarnos respetuosamente de ambos extremos. John Wimber, el fundador de La Viña fue bien conocido por siempre animarnos a “Amar a toda la iglesia”. Pero tenemos ciertos valores y prácticas como parte de nuestra herencia común, y estos son los que nos hacen amar estar juntos en este movimiento que está – centrado en el reino.

Creemos que siempre existirá una necesaria tensión entre el ahora y el todavía no del reino. Oramos por los enfermos y hemos visto a muchos sanados. Obramos en compasión y hemos visto a los pobres recuperar la esperanza. Pero no siempre vemos los resultados que queremos ver en este lado del reino celestial. Sin embargo, creemos que cada acto de oración lleno de fe pone un depósito de amor en la persona que sufre. Y tenemos testimonios de todas partes de el mundo que, a veces, el reino de Dios se abre paso con poder para curar a los enfermos.

Mientras vivimos en este tiempo intermedio, el reino de Dios por venir es nuestra esperanza futura. Hay un día en que las Escrituras nos dicen que “todas las cosas serán renovadas” (Apocalipsis 21: 5) y toda lágrima será enjugada (Apocalipsis 21: 4). Es el día que Isaías profetizó que vendría (Isaías 35: 1-10), y Juan lo describe en su visión en Apocalipsis 21: 1-5. No habrá más niñas inocentes esclavizadas en la industria del tráfico sexual. No habrá más cáncer. Se acabará la pobreza. Dios algún día enderezará este mundo. Con ese día en mente, confiamos, esperamos y oramos de la manera que Jesús nos enseñó a orar: “Venga tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:10)

Additional Articles in this Series:

1. Does Theology Matter?

2. The Kingdom Jesus Preached

3. Your Will Be Done

4. The Now of the Kingdom

5. Implications of the Kingdom

6. The Not Yet of the Kingdom

7. Shalom

8. How Do We Become Kingdom People?

9. Both/And

10. The Reign and Rule